En esta semana se llegó a la cifra de 61 asesinatos políticos en el 2011, igualando la cantidad de crímenes dados en todo el 2010, además con el fallecimiento mediante sicariato de Tony Acosta, ya son 5 personas que acompañaron a Mel Zelaya en la embajada de Brasil en Tegucigalpa las asesinadas, para el conocimiento de la comunidad internacional.
El derramamiento de sangre en Honduras de miembros del Frente Nacional de Resistencia Popular no cesa, pero sí está siendo silenciado mediante los medios de comunicación de la derecha en complicidad de los mismos Estados Unidos, quiénes están al tanto de la situación, pero se hacen los de los oídos sordos.
La "defensa" de la democracia y los derechos humanos son temas de actualidad últimamente, pero lastimosamente solo como excusa para invadir otros países y armar guerras, no dudamos que si estuvieramos en Venezuela, Ecuador, Bolivia, Cuba, entre otros países, el Departamento de Estado norteamericano estaría escandalizado, exigiendo aislamiento internacional al país y presionando para la salida del poder del gobierno, si no es que se aprestasen a invadir a el país, pero cómo es un gobierno aliado a los intereses norteamericanos, hay que ignorar lo que sucede en Honduras.
Dictadura disfrazada de democracia en piel de lobo es la realidad hondureña, en que los que dieron la asonada y la derecha internacional quieren vender de que el golpe está subsanado y que Honduras volvió a la democracia, algo que es una gran mentira.
Este fin de semana un par de asesinatos más ha sufrido el FNRP quién desde el 5 de julio del 2009 cuándo fue abatido por miembros del ejército, Isy Obed Murillo en las cercanías del aeropuerto Internacional de Toncontín, no ha parado de enterrar mártires, víctimas del golpismo vigente en el país.
Uno de los muertos del fin de semana, acompañó al presidente Zelaya en la embajada de Brasil, cuándo este ingresó al país burlando a la caricaturesca inteligencia militar de las FF.AA, sumando ya 5 las personas asesinadas que estuvieron en la Embajada brasileña durante ese oscuro período de la vida política hondureña.
5 personas ya son muchas, máxime a que no estuvieron tantas personas en dicha embajada, y todas asesinadas cobardemente, miembros activos del FNRP, con la particularidad de que la policía y las FF.AA estuvieron enteradas de quiénes fueron los que estuvieron adentro.
Esto incrimina aún más a las fuerzas de seguridad del Estado con las muertes violentas contra la disidencia política del régimen, ya que usaron la plataforma mostrada en la imagen adjunta, tomaron fotografías de las personas que estaban adentro, las observaron con binoculares y seguramente levantaron los perfiles en todos los meses en que estuvieron hospedados en la sede diplomática, y con el paso del tiempo, han ido saliendo las noticias de sus asesinatos, resaltando el de Emmo Sadloo.
Nadie más además de las mismas personas que estuvieron adentro, sabía quiénes eran exáctamente los que acompañaron al Presidente, nadie más que las fuerzas de seguridad del Estado.
La doctrina de "seguridad nacional" de la tenebrosa politica exterior norteamericana de los 70s y años 80s se reactivó en Honduras con el golpe de Estado, tratando de atemorizar a la dirigencia del FNRP y sembrar el terror dentro de la ciudadanía, disfrazando estos crímenes como "hechos de delincuencia común" ó simplemente siendo ignorados en los medios de comunicación afines al golpe de Estado.
Mientras todo esto pasa, el régimen de Porfirio Lobo no hace absolutamente nada, y más bien busca engañar al mundo diciendo que está respetando los derechos humanos en Honduras, cuándo los números y los hechos demuestran lo contrario, y ni hablar de la justicia hondureña, quién es un títere de los golpistas, reconocida su carencia de independencia incluso por juristas internacionales, claro no se puede esperar otra cosa con un poder judicial electo por políticos y nombrado por el dictador Micheletti quién en ese tiempo era el Presidente del Congreso Nacional.
El derramamiento de sangre en el país no se detiene, pero el pueblo continúa resistiendo a el golpe, y no se detendrá hasta lograr la victoria, con todo y el terrorismo de Estado de la extrema derecha del país con la oligarquía.
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