La OEA fue incapaz de revertir el golpe de Estado de 2009.
La OEA no denunció la falta de transparencia del proceso electoral del 2013.
La OEA hace de oídos sordos al reclamo de los "Indignados" y solo se ha dedicado a escuchar al gobierno, el que es precisamente el acusado del desfalco del IHSS.
Definitivamente el rol de la OEA es de lo más triste en Honduras ya que lejos de contribuir a una solución se vuelve un problema.
En 2009 promocionaron un diálogo que a ningún lado dio y el régimen de facto se mantuvo en el poder, en 2015 el nuevo régimen de fuerza convoca un "diálogo" en que la OEA participa, con las mismas consecuencias, los intereses del régimen prevaleciendo.
Ciertamente es hasta ilógico que la OEA pretenda decirnos que el gobierno beneficiario de la impunidad encabezado por un presidente que reconoció públicamente que su campaña recibió dinero del saqueo del IHSS va a "devolverle" la credibilidad a la justicia y que está "persiguiendo" la corrupción.
Tampoco tiene sentido que el acusado en este caso sea quien ponga las reglas del juego y maneje la situación a su antojo y a su vez sin poder dar un argumento válido para oponerse a la instalación de la CICIH esté también manipulando la elección de la nueva CSJ para que el listado de profesionales del derecho candidatos a ser magistrados esté plagada de gente alineada con JOH.
A la vista de todos el interés del régimen es que la impunidad se mantenga y se está llegando al punto incluso de querer encarcelar a periodistas que denuncian la corrupción y mandar al CSJ un anteproyecto de Código Penal con un artículo que podría usarse incluso para censurar las redes sociales y así silenciar las vías de comunicación de la oposición y coartar la denuncia a la corrupción en este país.
El señor Biehl enviado de la OEA llegó al país pero no a facilitar un diálogo, vino simplemente a defender al régimen, llama a un diálogo sin condiciones, se reúne con la oposición y el oficialismo en donde tiene muchos amigos precisamente y luego deje al país concediéndole prácticamente todo al régimen, criticando a la oposición y diciendo que no puede venir la CICH, en cambio que pueden traer una "asesoría" de justicia de la OEA, o sea señores, un aval a la corrupción del sistema jurídico del país, ya que esas comisiones no hacen nada, solo "recomiendan" y todos sabemos que en regímenes despóticos esas recomendaciones pasan por el cesto de la basura.
La OEA primero mostró incapacidad, ahora está mostrando complicidad, llegando a un rol peor, pero no nos extraña, la CIDH que es parte de la OEA, no ha procedido contra los actores del golpe de Estado del 2009, contribuyendo en la impunidad de los mismos y se dedica a perseguir a gobiernos de países contrarios a Washington pero se le ve muy pasiva ante este tipo de gobiernos como el nuestro.
La OEA es igual de sorda como el régimen, la oposición tiene un reclamo simple, claro, justo y legítimo, un reclamo que en Guatemala demostró resultados y que es la única alternativa ante un sistema de justicia colapsado como el nuestro, un reclamo que la gran mayoría del país tiene y que ve todos los viernes en las calles con el pueblo con antorcha en mano, pero que no es escuchado por la OEA porque les interesa más defender a un gobierno corrupto e impopular como el de Juan Orlando Hernández.
Si la OEA es incapaz de ver esto y de atender un reclamo tan marcado, mejor que piense en su liquidación, porque como institución no tiene razón de ser y sus resultados son nulos.
El pueblo no atenderá lo que va a traer a partir de ahora, porque tiene claro que lo que busca es sostener y agravar la crisis en el país.
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