El papel de los medios de comunicación ha sido duramente cuestionado en la cumbre de la CELAC, y ha sido fuertemente señalado desde el golpe de Estado en Honduras, en que los medios de comunicación elitistas se ha prestado a un sinnúmero de conspiraciones, desinformación e incluso el apoyo repetido hacia los golpes de Estado contra gobiernos progresistas de nuestros continentes.
Mientras se ejecutaron fallidos golpes de Estado en Venezuela y Ecuador, la prensa no solamente los apoyó, si no que aplicó el cerco mediático pertinente para desinformar a la población y vendían las ideas de las renuncias, para ocultar la intentona golpista, autentificando al gobierno de facto entrante y en las horas críticas se apreciaban caricaturas en su programación, haciendo necesaria la democratización de los medios de comunicación a nivel global.
La prensa jugó un papel fundamental para la invasión y el genocidio en Libia por parte de la OTAN y los Estados Unidos dejando unos 100,000 libios asesinados y el país aparte de destruído, saqueado, basta con ver cómo se robaron 200,000 millones de dólares en reservas de oro que estaban en los bancos europeos, naturalmente esta barbarie ha sido censurada por la prensa que sigue los intereses imperialistas, así cómo la no condena de los crímenes de Israel contra Palestina, este modelo que también planean usar en Siria, en dónde se cuestiona la autenticidad de los muertos que dice la prensa en represiones del gobierno, se busca crear condiciones para una agresión, la prensa conspira contra Irán, y ni hablar cómo conspiran contra Venezuela, Ecuador, Cuba, etc. todos los países con gobiernos adversarios de los Estados Unidos, la supuesta mayor democracia a quién nadie le dice nada por las represiones que está ejecutando contra los indignados en su propio territorio.
Honduras
Otro país en que la prensa se prestó a un golpe de Estado, pero que sí considera un crímen meterse con sus propios intereses, es inaudito cómo esos medios golpistas callaron cuándo el dictador Roberto Micheletti cerró a los medios opuestos a su crímen, y no solamente callaron, si no que hasta justificaron esos cierres de medios, especialmente diario La Prensa y El Heraldo, para decirnos a los hondureños que tenían razón en cerrarlos porque "generaban confrontación y apología al odio" luego mas de la quincena de periodistas asesinados, los medios que "lloraban" por las cadenas nacionales de Mel que las hacía porque dichos medios se negaban a informar lo que hacía su gobierno, se quedaban callados ante estos atropellos del régimen, y aceptaban felízmente sus cadenas nacionales.
Ellos confunden el término de libertad de expresión con libertad de difamación, cómo bien dijo el presidente Correa, ellos creen que la libertad de expresión recae en que ellos puedan decir lo que quieran, algo que no es cierto, es comprobado cómo ellos han usado sus medios para tapar asesinatos, violaciones de derechos humanos, rupturas del órden constitucional, incluso los usaron para amenazar a opositores y hacerles campañas de persecución.
La Tribuna medio que se llamó al silencio ante los crímenes contra los medios opuestos al golpe, hoy salta por atentados, por informaciones de actos de corrupción de la policía, aparentemente.
Terrorismo mediático ha sido el accionar regular contra el Frente Nacional de Resistencia Popular y el partido Libertad y Refundación, iniciando por la desinformación, la censura, y la mentira, con condenas descaradas contra gobiernos solo por ser izquierdistas, desinformación total de sus obras, incluso mienten con la ideología, a la resistencia la califica cómo recaltrizante y tachan de "autoritarios" a los gobiernos izquierdistas, cuándo en realidad la misma derecha es la verdadera autoritaria, porque desestabiliza país que no tienen en el poder, dan golpes de Estado y ahora incluso se niegan a aceptar resultados electorales adversos y contundentes cómo sucede en Nicaragua, vendiendo que ellos tienen que mantenerse a cómo sera en el poder.
La prensa apoya los intereses de sus dueños, si son actos de corrupción a favor de ellos los venden cómo "grandes medidas", si son actos que benefician a otros y no a ellos " los atacan y se venden cómo opositores de la corrupción y defensores de las leyes", y a la oposición política la atacan por el simple hecho de serlo, negándose a decir la verdad al pueblo, ojo con estos medios.
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